ARCO 2021 MANTIENE EL PULSO

Carlos Treviño Avellaneda – Miembro de AICA SPAIN / AECA

Vista de la entrada de ARCO 2021 en el Pabellón 9. Autor: Carlos Treviño.

ARCO ha conseguido mantener su pulso contra la pandemia y celebrar su cuadragésima edición trasladando sus fechas de finales de febrero, como era habitual, a primeros de julio (del 7 al 11). En 2020 se salvó in extremis del confinamiento, por escasas dos semanas, y se mantuvo con total normalidad y gran afluencia de público, aunque con la vista puesta en una Italia que no cesaba de aumentar los contagios de la COVID19 y de la que aquí aún nos manteníamos ajenos a lo se nos venía encima.

El empeño y esfuerzo titánico de su nueva directora, Maribel López para llevar a cabo la feria, reactivar el mercado del arte, tan tocado por la pandemia, y mantener el encuentro de los profesionales deseosos de disfrutar de la mayor feria internacional de arte española y referente en todo el mundo, ha sido fundamental para que se llevase a cabo en un ambiente relajado y seguro que ha mantenido un buen nivel de ventas y calidad de obras de arte.

Lo primero que llamaba la atención al visitante en ARCO 2021 eran los aparcamientos vacíos, la gran fila de taxis vacíos esperando viajeros, un hall desierto, ninguna cola en el acceso y una entrada directa (con toma de temperatura) a una feria en la que, una vez dentro, era un auténtico placer para los pocos que nos encontrábamos allí. Si bien el panorama era algo desolador, comparado con cualquier edición anterior, rápidamente se sentía el gran lujo de poder disfrutar de la obra expuesta con tranquilidad y sin aglomeraciones, charlar con los galeristas sin prisas, encontrar casualmente a colegas y poder asistir a los foros sin ningún problema. El resultado fue una auténtica delicia para visitantes y coleccionistas, aunque siempre con esa desazón de si las galerías estarían consiguiendo amortizar el alquiler de los espacios.

Las medidas anti COVID19 se cumplieron para tranquilidad de todos: gel desinfectante, distancia de seguridad sobrada y habilitación de terraza para poder airearse y descansar de la tediosa mascarilla obligatoria en todo momento. En definitiva, una feria segura.

Beauty filter mask, de Almudena Lobera. Autor: Carlos Treviño.

Mani, de Fabrizio Corneli, en la galería Studio Trisorio. Autor: Carlos Treviño.

ARCO EN NÚMEROS

Los tres primeros días dedicados a profesionales han sumado: 20 000 asistentes; más de 250 coleccionistas privados, patronos y miembros de museos nacionales e internacionales; 105 galerías que han manifestado que las ventas han superado con creces sus expectativas (lo han declarado Elvira Rodríguez, José de la Mano, Lelong y Mayoral, entre otras); 26 proyectos de artistas; 42 participantes en ArtLibris (el encuentro para el diálogo entorno a publicaciones); 23 revistas participantes; y 20 participantes en Espacios Culturales (COAM, Diputación de Huelva, VEGAP, etc.). 

RECORRIDO POR LA FERA

El orden en el que comenzamos la visita, por el pabellón 9 (más cercano al hall de entrada), mostraba la colectiva Remitente. Arte Latinoamericano, con la “complicidad de Mariano Mayer, como rezaba en el gran vinilo que lo anunciaba, y la colaboración de la Associaçao Brasileira de Arte Contemporänea, el gobierno de Argentina, la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, y la Agencia de Cooperación Española. La artista Laura Mema ha sido la más destacaba entre los que exponían en este espacio, con grandes obras realizadas tejidos a modo de telares que siguen la tendencia sudamericana que se expuso claramente en la edición dedicada a Perú, sumada a otras creaciones en otros materiales. También hay que destacar a Moris con su obra La ciudad de las tumbas abiertas, de la galería Arróniz (Ciudad de México).

La mayoría de la obra que nos encontramos en ARCO 2021 ya pudimos verla en año anterior o, al menos, pocas apuestas novedosas.

Al comenzar nuestro recorrido por las galerías nos llama la atención F2, con un llamativo dibujo de Jonathan Hammer de 2021. En la galería Rodríguez también destacaban los trabajos de Keke Vilabelda, con una pintura abstracta muy interesante utilizando colores pastel claros con toques de pinceladas muy finos de primarios que hacen vibrar y dan relieve a sus pinturas.

Espacio de la galería Max Estrella. Autor: Carlos Treviño.

La galería Max Estrella nunca defrauda y fue una de las más interesantes, apostando por sus artistas de siempre con obra renovada: Inma Femenía, que tras su exposición en Bombas Gens no ha parado de crear e innovar; Jessica Stockholder, con su llamativa creación Tied to be fit-Middle Period, una especie de gran cadena de tejidos de colores que recorría gran parte de la galería y otras obras den tela creadas durante los momentos de confinamiento más duros; Markus Linnebrink; Almudena Lobera con cuadros esculturas y, sobre todo, su Beauty filter mask, modelado de porcelana de dos cabezas cubiertas con paños al viento que ya el año pasado causó sensación; Aitor Ortiz, otro de los artistas que, desde mi punto de vista, sobresale en el panorama actual con sus obras de versiones Estorninos 002 y 004 (2021) y diversas versiones de VICINAY 004  006 (2019); Miler Lagos, que el año pasado ocupó el espacio ABC; y Daniel Canogar, con sus curiosas creaciones lumínicas y de arte digital.

Otras galerías, como Lelong, mostraron obras más clásicas y que aseguran al coleccionista mantener o ampliar el precio de sus compras con artistas consagrados como Jaume Plensa, grabados de Picasso, Miró o Chillida. Elvira González volvió a apostar por las esculturas de alabastro para colgar en la pared que se asemejan a esponjas marinas de Juan Asensio, y artistas como Barceló y Juan Muñoz.

La galería Moisés Pérez de Albéniz, MPA, sorprendió con un excelente óleo sobre lino del artista Santiago Giralda, Onyx,2021. La galería L21 de Palma de Mallorca expuso obra muy fresca, colorida y algo “macarra”, como Seriously you call this shit art?, de CB Hoyo.

Desde Rotterdam, la galería Joey Ramone traía la mejor fotografía de la feria en mi opinión, la de Harm Weistra, artista digital además de fotógrafo. Studio Trisorio volvió a acudir con el artista Fabrizio Corneli, con una de sus obras, Mani, de sombras proyectadas sobre la pared que tanto suelen atraer la mirada de los visitantes de ARCO.

A un precio más que razonable entre los 900 y 1800 euros, dibujos de Benjamín Palencia, Manuel Ángeles Ortiz, Rafael Barradas y otros artistas españoles a los que siempre hay que seguir sacando a la luz para que no les hagan sombra las primeras espadas. También estaban presentes Rafael Canogar y Esteban Vicente y, como habitualmente, Ángela de la Cruz que llevó Helga de Alvear.

No faltaron en la galería Mayoral Tapies, Millares y Saura. Leandro Navarro colgó en su stand un óleo de Picasso y otro de Chagall, pinturas de Equipo Crónica, dibujos de Benjamín Palencia y Kurt Schwitteres, además de esculturas de Gargallo.

También estuvieron presentes dos fallecidos entre la edición anterior y la que nos ocupa: Juan Genovés (fallecido en mayo 2020) y Luis Feito (en febrero de este año), el primero gracias a su galería de siempre, Marlborough, y el segundo bastante presente con en varios espacios y de las que sus mejores obras, según mi parecer, se vendían en Guillermo de Osma.

Fotografía de Jan Albers en la galería Joey Ramone. Autor: Carlos Treviño.

La galería Van Horn, de Dusseldorf, dio a conocer a uno de los artistas más interesantes de la edición, Jan Albers, con unos cuadros en relieve hechos con poliestireno, madera, pintura en spray y acrílico, que simulaban grandes muros de piedra coloreada. En cuanto a escultura, Krinzinger, trajo una curiosa obra de Hans Op de Beeck totalmente figurativa con un atractivo muy especial ya que el objeto representado era un maniquí de pintura femenino que parecía cobrar vida.

LAS ARTISTAS MUY PRESENTES

Varias galerías han querido reconocer la labor de dos mujeres artistas que están dentro del circuito internacional y ya se han hecho un hueco en la lista de los más buscados: la galería Nieves Fernández expuso obra muy interesante de la joven artista japonesa Chiharu Shiota; y Jéerôme Poggi expuso obra muy sobresaliente de la ya fallecida Anna-Eva Bergman, aprovechando el impulso de su reciente exposición en el Palacio de Velázquez. 

The Goma también presentó obra innovadora de Cristina Garrido y Ana Santos. Espacio Mínimo apostó también por mujeres, Liliana Forter y Teresa Lanceta, entre otras. 

Las ya consagradas en la historia del arte y presentes en los museos más importantes del mundo Maruja Mallo y María Blanchard podían contemplarse en Guillermo de Osma.

Premio Veepee a la instalación de Esther Garón. Autor: Carlos Treviño.

LOS PREMIOS

No faltaron los seleccionados para el premio Cervezas Alhambra, Lexux, premio Illy, los seleccionados por la Fundación ARCO, El Corte Inglés, la Fundación Banco Santander o el Premio Veepee.

El premio Lexus al mejor stand fue a la galería Alarcón Criado (Sevilla), con obra escultórica de Mercedes Pimiento que mezclaba materiales como: cobre y loza esmaltada; vaciado de silicona; escayola y granito; cera parafina y resina; en sus creaciones basadas en los capiteles de las columnas de la Alhambra. Sin duda, otra de las apuestas novedosas que tanto se echaban en falta.

El premio Opening fue otorgado a Jahmek Contemporary Art (Luanda/Angola) con una instalación de sillas verdes moldeables que podían separarse individualmente y pegarse a la pared como si fueran cuadros, retorcer sus patas, apilarse en una esquina, etc., demostrando una gran versatilidad.

El premio Veepee a la creatividad recayó en la instalación de Esther Garón, en la que unos paños ocres que podrían parecer pergaminos quedaban suspendidos en varas de madera que colgaban de las vigas del techo del edificio dando vida a un espacio blanco generando matices y sombras.

FOROS PROFESIONALES

En cuanto a los Foros en Directo han sido muy acertados, de gran calidad y, además, los vídeos están disponibles en la página web de ARCO https://www.ifema.es/arco-madrid por lo que recomiendo especialmente dos mesas del viernes 9: Las ferias de arte en tiempos de cambio, en las que se trataron temas y términos tan en boga que hay que conocer como NFT, block chain o el pago con criptomonedas, etc., tendencia de parte del mundo del arte con fines totalmente especulativos, en mi opinión; y el foro moderado por Agustín Pérez-Rubio (exmiembro de AECA) con los grandes coleccionistas de arte: Ella Fontanals-Cisneros, Dani Levinas y Álvaro López de Lamadrid a los que, cuando recorrieron posteriormente la feria, los galeristas prestaban todo su esfuerzo por mostrar sus fondos expuestos.

En definitiva, ARCO ha salido más que airoso de este complicado año que hasta el último momento dudábamos si podría realizarse. Ha habido un descenso en el número de galerías pero, sobre todo, muy notable en el de visitantes. Ha habido poca obra nueva, pero la que había podía disfrutarse con tranquilidad. Quizás las grandes ferias de arte internacionales no vuelvan a ser lo mismo después de la pandemia y los coleccionistas y artistas deriven hacia el mundo digital, pero en lo que casi todos estábamos de acuerdo tras esta experiencia es en que enfrentarse presencialmente con la obra seguirá siendo la mejor manera de disfrutar plenamente de las artes plásticas.